La situación en Tijuana cada vez va de mal en peor.
He perdido el número de muertos entre asesinatos, riñas y matanzas a diestra y siniestra. En verdad que la ficción ha superado a la realidad en nuestro estado y en nuestra ciudad. Pero es que no es sólo en la ciudad o el estado sino en México entero, inclusive podría afirmar que en el mundo entero.
La falta de valores o la carencia de ellos nos hace estar en una época bastante complicada, un periodo oscuro y pasivo del individuo.
En esas pláticas de reflexión que tengo con mis amigos, y comentando sobre lo que acontece en Tijuana, me decía Edgardo:
"Yo resposabilizo a los artistas de la situación actual en nuestra ciudad".
Por un momento me dejó reflexionando y, cómo artista, la verdad me pudo un poco, pero me di cuenta de toda la razón que tenía su comentario. ¿Qué hemos hecho los artistas para crear conciencia sobre lo que ocurre en la ciudad?, ¿de qué manera participa el artista con su arte para combatir esta situación?, ¿cuándo sale a las calles a reclamar el espacio que nos corresponde a los ciudadanos?
El arte está muerto y con él el artista mismo.
En Tijuana se vive una dinámica bastante interesante en cuanto a las manifestaciones culturales artísticas, anteriormente en otros artículos ya he expresado que la calidad artística que logramos ver es de muy baja calidad, porque sólo los amigos de los que manejan las instituciones de cultura tienen acceso a espacios, y tienen también forma de ser conocidos. Sin embargo, el buen arte vive en las cloacas de Tijuana, donde se esconde el artista verdadero para gritar y resurgir entre el escombro, no por ser malo o ser poca cosa, sino porque crea a partir de lo que hay, una realidad tangible que muchos hemos olvidado. Nuestra capacidad de asombro cada vez va de mal en peor, ya no nos molesta un muerto más, ni los soldados en las calles como ciudad perdida. Así como Edgardo expresó su opinión, me dejó pensando y agrego a su frase la culpa del maestro también.
"Yo responsabilizo a los maestros de la situación actual en nuestra ciudad".
El maestro de cualquier nivel escolar se ha vuelto en un fantasma más de esta ciudad, donde no opina, no conciencia, no arguye, se ciega y se cierra a la realidad. No es posible que como maestros sigamos viendo la vida de color de rosa y no sintamos el color gris, ocre de la ciudad. No es posible que nos hagamos sordos, ciegos y mudos ante esta situación. Al igual que los artistas, ¿qué hemos hecho como maestros contra esta situación?, ¿cuántas manifestaciones han presenciado en la ciudad, por maestros, en contra de todo esto?
He escuchado a maestros de nivel universidad estar a favor de la trifulca ocurrida en la Penitenciaría, claro, a favor de todos los reos muertos, esos maestros tenemos en la ciudad, en las aulas, en las calles, en las casas, en las esquinas.
"Responsabilizamos a los artistas y a los maestros por no hacer nada para crear una conciencia social".
Y ¿qué nos queda? La televisión no ayuda, los diarios mienten, la gente evade, los maestros desconciertan, los artistas se callan. No cabe duda que la juventud se ciega y se cierra, no todos, hago la aclaración, hay un movimiento de jóvenes que están trabajando por rescatar su Tijuana, ¿pero el resto?, ¿en dónde está el resto? Quizá maravillados viendo "El crepúsculo", que no deja de maravillar a tanto inculto y a tanto ignorante.
Rescatemos Tijuana alzando la voz desde la casa, el aula, la calle, la esperanza.