domingo, 16 de agosto de 2009

Los Olivera

Sentada al fondo del patio de la casa perdía su mirada entre la gente que estaba allí, añorando sueños vagos se perdía en la melodía de una canción mal interpretada pero que para ella era la voz de los dioses y el sonido del alma.

La algarabía de estar reunidos, hermanos, sobrinos, primos, tíos y gente cercana a la familia, hacía de la reunión todo un huateque en esplendor.

El mayor de todos estaba sentado a la entrada de la casa, acariciaba un bastón que bien sabe él no le sirve de nada, pero que le hace a la gente sentirse más en confianza creyendo que éste le resolverá la vida. Mientras empinaba un bote con cerveza relataba a sus comensales las hazañas literarias de sus recientes lecturas. Quien le escuchaba ponía atención a la forma tan rica de platicar una anécdota, o narrar un historia preferida. Con voz e ideas elocuentes pasaba la velada festejando a su hermano que en esta ocasión cumplía 64 años.

El festejado dibujaba en su rostro aquellas escasas sonrisas que sabe que tiene, pero que no las utiliza para no sentirse vulnerable ante los ojos de los demás. Compartía un buen chiste o un amargo comentario de la vida para hacer reír a los demás, su característica principal radica en saber ser ameno al narrar chistes que le va apropiando a la gente como catalogo de modas.

A su derecha estaba el otro hermano que entre la cautela del tiempo y de sus años y achaques bebía a sorbos las cervezas que la vida le premiaba en esta tarde. Veía correr a su nieto y se preocupaba porque siempre tuviera un juguete igual que los otros niños que jugaban con él. Éste miraba con cariño y admiración a su hija que atendía las necesidades del nieto mientras entablaba conversación con alguna de sus primas.

En el otro extremo de la mesa, uno de los más sobresalientes de los hermanos, el menor, para ser preciso, se acompañaba de las pláticas con sus hijos y su sobrino, veía a la hermana sentada al final de la casa y agradecía tenerla aún con ellos, observaba a la otra hermana con su marido que tal parecían novios de recién estreno; y mientras tanto lograba compartir una que otra información fidedigna sobre cuestiones políticas, cuestiones de educación y cuestiones de vida cotidiana.

La otra hermana, la tortolita, se le veía plácidamente compartir con su marido momentos que desde hacía años no compartía, momentos que en lo privado desaparecen por rutina, por costumbre, por desilusión.

Ahí estaban los Olivera, la generación más grande de la familia, los que han puesto las bases de quienes les siguen, que bien o mal, buenos o malos padres, hermanos, amigos, han sabido reunir a la familia para congraciarse la noche de poder estar juntos. Sólo uno de ellos falta físicamente, uno que partió de esta vida a no se sabe dónde, pero que aún así sigue vigente entre sus hermanos, le ven aún alzar la copa y brinda por las "babosas", su frase predilecta.

Es una delicia ver cada uno de los rostros y leer sus historias invisibles, leer sus vidas pasadas y escuchar el futuro que ven con optimismo, queriendo no dejar de ver crecer a los hijos, a los nietos, a los sobrinos.

Estos son los Olivera, los que saben que no son la familia ideal de Tijuana, pero sí una de las más unidas.

"Todos nos vamos haciendo viejos y entre más viejos la trascendencia de nuestros valores prevalecen".

3 comentarios:

Gaviotica dijo...

Hola Abyss

Encontre tu blog en una noche de insomnio....Me da gusto saber que puedo leer algo de t de vez en cuando..

Solia ser exalumna tuya, siempre pense q podiamos ser buenos amigos.

Unknown dijo...

Tan acertado como siempre en tus anecdotas y relatos,encuetro siempre, chispa, buen humor y sabiduria.Continua asi, que lo haces muy bien. Te amo, ka'
Felicidades
Alexandro Adams

Adrian dijo...

ok ammmm, pues te digo que tanto a mi como a mi novia, nos encanta, lo que escribes, sueles tener esa chispa, que envuelve a la gente en lo que esta leyendo, haces ver la relaidad, de algunas casas, y enveses nos hacer dudar de otras jejejeje, pero en fin cada cosa que escribes es de estar comentando con mi novia, se habren muchos puntos a criticar y analizar, encerio gracias pro escribir estas cosas ok

en fin no soy mucho de choro, pero pues ya sabes ok, y nos estamos viendo ahi en la escuela ok

Adrian Amezcua



y ammm sorry por lo HORRORES de ortografia jaja :p