sábado, 30 de enero de 2010

APENAS COMIENZA LA HISTORIA

A Elizabeth, Lizeth, Monserrat,
Isis, Ernesto, Eduardo, Ramón,
por haber sido mis alumnos,
por ser ahora mis amigos,
y por llegar a ser mis grandes amores.

De pronto se vuelve difícil escoger las palabras adecuadas para un evento de este tipo, y es que ya todo está dicho, las felicitaciones furtivas de los que los quieren, los maestros que ovacionan su triunfo y los otros que se liberan finalmente de ustedes; los padres orgullosos al ver a sus hijos convertidos en seres conscientes, los amigos que nunca dejaron de estar ahí ya fuera para apoyarles o para esperarles en alguna fiesta al terminar con obligaciones académicas. Hoy me tocó a mí, me eligieron como padrino de graduación del grupo de Negocios Internacionales. Es para mí un gran orgullo poder estar esta tarde compartiendo este momento con ustedes mis alumnos, ahora mis amigos; verles que emprenden un viaje a una realidad que deberán construir con lo que cada uno de ustedes son.
El mundo allá afuera necesita gente comprometida, gente que sepa romper las estructuras de un sistema arcaico y muchas veces ya deficiente, necesita gente joven, decidida; gente que sea capaz de ver por la realidad social que nos acontece y gente comprometida con querer cambiar un México por un país que el futuro de sus hijos sea cierto. Afortunadamente creo yo, y creemos cada uno de nosotros que fuimos sus maestros, que ustedes son los emprendedores de ese mañana, que los hemos visto esforzarse a llegar a un término de una carrera con la satisfacción de haber cumplido hasta el final. Un buen alumno no se mide en promedio académico sino en el saber dar respuesta a los problemas que nos rodean día a día.
Hay un mundo allá afuera que no está tan alejado de lo que a cada uno de ustedes les toca vivir en su entorno, pero ya no depende de la sociedad en la que viven, depende de ustedes, los forjadores del futuro que le pueden dar a México su ejemplo. El futuro que desean construir para sus hijos. Nada finaliza aquí, nada en absoluto, todo apenas, ahora, comienza. Comienza ese trabajo fuerte, esas ganas de superación que no termina con sólo una licenciatura, hay mucho que dar, hay mucho que aprender aún, pero sobre todo hay mucho por hacer y la sociedad los espera.
Cada cuatrimestre, cuando me toca impartir la materia en tronco común y les veo por primera vez, siempre les hago la misma pregunta: “¿Cuántos de ustedes, levanten la mano, creen que México será mejor en 10 años?” difícilmente pocos logran levantar la mano, y la mayoría comienza a lamentar todo lo que existe. Hasta que llega un punto en que les digo: Todos aquellos que piensen que México no puede ser mejor en 10 años, tienen razón, felicidades, pero ustedes no tienen nada que hacer en esta escuela. La única razón que tienen es la de ser mediocres.
Aquellos que levantaron su mano, y tienen la esperanza, por lo menos, de anhelar un futuro mejor para México, están en el lugar indicado, bienvenidos a esta su escuela. Ahora con gran alegría los veo aquí, aquellas manos titubeantes pero algo decididas que fueron alzadas, los veo aquí, veo a mis alumnos, veo un futuro mejor para México. Necesitamos gente preparada, gente que domine a la ignorancia y sepa ser Humano.
Necesitamos, a pesar de todas las adversidades que nuestra sociedad presenta, que ustedes sean aquellos que den la mano al que sigue. Sólo me resta decirles, rompan las estructuras, destruyan los estereotipos, remuevan clichés y construyan una sociedad mejor, donde todo tenga aún mayor sentido. Esto cobra para mí, el sentido de ser maestro, ustedes me otorgan el título, y ésta es la máxima manifestación de saber que estoy haciendo las cosas bien, al verles ahora aquí como nuevos profesionistas.

Detrás de un buen alumno hay un buen maestro, sin embargo, me atrevo a modificar y decir: Detrás de un buen maestro están ellos, están ustedes mis alumnos que me hacen estar aquí agradeciendo su existencia en mi vida y agradeciendo ser parte ahora de ustedes.

Felicidades!

NO ME HAGAS UN HÉROE

No me hagas un héroe
ni menciones mi nombre en la historia.
Si levantaras monumentos,
nombraras calles, salones, edificios;
si contaras a los tuyos mis hazañas
no me hagas un héroe.

Si mi foto apareciera en portadas de libros,
llaveros, paredes, te pido no ser un héroe.

Si habrías de rendir homenajes
guardar minutos de silencio,
soltar palomas en mi aniversario,
gastar coronas de flores en mis tumbas
no me hagas un héroe.

Pero si te interesara seguir mis ideas locas,
mis luchas;
si pretendieras combatir al frente,
si alzaras la voz contra la injusticia
y portaras mi ideal como estandarte entonces,
sólo entonces y sin mencionarme
atrévete a crear héroes reales con la fuerza,
la voz, la calma,
y proponte un sol para aquellos
que buscan una luz, un sendero.

Así sólo así sé tú mismo encontrándote en los otros
Sé tú mismo guía permanente
y vuélvete héroe
el mejor de todos
sólo así podrás nombrarme
sabiendo que he creado gente capaz de ser humanos
héroes capaces de dar la vida por otros.

Si entre penumbras tu luz me has dado
con la luz resplandeciente de tu heroísmo
habré de nombrarte en cada letra de mis poemas
con tu nombre grabado.

No me hagas un héroe
si aún no he logrado que tú seas el mío.

Discurso de graduación CESUN 2010 Carrera de Negocios Internacionales.
Padrino de graduación: Abyss Borboa-Olivera

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