martes, 23 de diciembre de 2008

Tijuana entre vírgenes y putas

Uno de esos tantos días en los que suelo pasear por los bares de Tijuana de deshoras de la noche, estaba con unos amigos bebiendo muy cómodamente en un tugurio de varios medianos casi altos, en MOFO para ser precisos, que por cierto es importante decir que está situado en Plaza Pueblo Amigo y que el tarro de cerveza "enorme" (con capacidad para 3 medias de ámbar) te lo venden en 30 milagrosos pesos.

Sin saber qué hacer, a la hora que nos cerraron el lugar, decidimos buscar otros tugurios para pasar la velada, alguien del grupito propuso los deliciosos tacos de guisado que aquí le llaman, tacos varios, ya se imaginan a los tijuanos con sus vocablos y modismos tan floridos; dijo uno de ellos que conocía unos buenísimos cerca de la calle segunda en el centro de la ciudad, así que medios introspidos y hambrientos no dirigimos allá. Nuestra sorpresa fue que la calle, o bien la cuadra a la redonda estaba completamente cerrada, pero claro como es de suponer nada nos detuvo para buscar un espacio vacío en la calle y estacionar el coche. Caminamos hacia donde estaba el establecimiento ambulante y nos topamos con la Catedral de Tijuana dedicada a la virgen de Guadalupe. Por morbo y por audaces se nos ocurrió entrar a la iglesia, nuestra sorpresa fue al ver la iglesia a altas horas de la noche llena de gente, con mariachi dentro de ella cantándole las mañanitas a la señora. Era 12 de diciembre y como todo mundo lo sabe y lo supone, aunque otros lo olvidemos y lo repudiemos, es fiesta nacional. Entramos a la iglesia y no se imaginan la cantidad de feligreses de todas las clases sociales, de todos los gustos y sabores, desde señoras con peinado de salón hasta la mujer más indigente del lugar, borrachos y niños, putas y homosexuales. Era estar frente a una parafernalia de todos los tiempos, no imaginé que después de tanto tiempo y de situaciones tan actuales en el país las cosas pintaran de ese tono en esa noche de Tequetalope. No cabe duda que la fe de la gente y la ignorancia llenan los atrios de las iglesias y las iglesias mismas. La gente no cobra sentido de lo que nos vino a traer esta tradición que ni siquiera es nuestra, es decir, que hayan inventado todo el parapeto de la virgen en el Tepeyac para dominar a su pueblo, su gente, sus indígenas, sus costumbres vino a arruinar lo que hoy tenemos como país. Si la gente leyera un poco más, si buscara la verdad se encontraría con que la virgen no es siquiera de México, los españoles la traían consigo al llevar a América. No existió ningún Juan Diego, más que un hacendado poderosísimo que hizo el teatrito de la aparición para que la gente se doblegara ante la imposición de la iglesia católica. Está de más explicar y hasta pereza me da, exponer las verdades sobre la virgen ésta, además, creo que la gente tiene derecho a creer o no en lo que guste y mande.

La cuadra, por la celebración en grande de esta festividad, se cerró creando un bazar de antojitos, ventas de curios y tontería y media. Paseamos por los pasillos y te encontrabas a todo tipo de gente ya fuera, cenando, jugando, comprando, platicando y quizá hasta ligando. Con decirles que hasta un modista de renombre en Tijuana cenaba en compañía de un acaudalado señor de mundos bajos mientras degustaba de un pozole con pata de puerco. El folclor es parte de la costumbre de todo pueblo, en Tijuana no nos quedamos atrás. Así pues, llegamos entonces a nuestro establecimiento de tacos de guisado que nos quitaron el trago amargo de esa noche al ver tantísima gente despreocupada de la situación actual.

¿Cuál devaluación?, ¿cuál delincuencia?, ¿cuál narcotráfico?

Entre putas y vírgenes la ciudad se cubrió de fiesta. A la catedral entraban putas y padrotes, narcos y gente sencilla a pedirle a la virgen un posible milagro, dinero. Como si Tequetalope fuese el monito banquero del Monopoly que lo soluciona todo con jugar.

Esa noche recordé una anécdota de un tío que me dijo cuando trabajaba en barrios bajos y que encontraba a las putas muy puntuales los miércoles de ceniza: "Semos putas pero muy católicas".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis papas me llevaban cada 12 a ese merequetengue y me tomaban fotos en un altarcito con foquitos y toda la onda. Si alguien quisiera chantajearme bastaría con tener esas fotos en su poder.

solangel dijo...

Tengo que decirlo Abyss entre mas leo tus articulos mas conosco de esta ciudad y entre mas leo los comentarios que dejan me doy cuenta que algunos alumnos que tienes son solo unos pendejos que no saben ni de lo que estas hablando y mucho menos saben de lo que ellos estan escribiendo pero bueno mi comentario es de felicitacion sigue enriqueciendo nuestro pensamiento con tus articulos llenos de realidad

Anónimo dijo...

Pinches croniquitas de turista. Como siempre tan huecas y sin valor. Atentamente Marco Tulio Castro